Hoy domingo 20 de abril le damos espacio en esta página a un Premio Nobel: Kensaburo Oé (1935) La novela es “La Presa” (1959) De Oé podemos decir que es japonés, que estudió literatura francesa y que ganó el Nobel en 1994. Además, que para su obra literaria ha sido muy importante el hecho de que su hijo haya nacido con una discapacidad que lo condeno al autismo, tema que según me dice Wikipedia trata en “Una cuestión personal” (1964)
Del libro en cuestión les puedo decir que nuevamente la Biblioteca de Santiago lo hizo llegar a mis manos y que, para variar, es parte del Panorama de Narrativas de Anagrama. Diez páginas de prólogo y poco más de cien de novela nos entrega el lomo amarillo pálido de la editorial española. La letra muy amigable y el precio, supongo que caro.
Respecto al prólogo de Justo Navarro (esto no es nada personal con él puesto que obviamente por ignorancia no sé quien es) debo decir que me lo salté. Por regla general no me gustan los prólogos que hablan mucho de la trama del libro pues siento condicionan al lector a fijarse en esos detalles mencionados y, por su parte, dejar de percibir otros. Prefiero una lectura más libre. Quizá ahora que terminé el libro me lo lea (quizá no.)
Como se habrán dado cuenta “La Presa” es un libro corto. En él, para que sepan, se trata de la historia de un avión enemigo que en plena guerra que cae en una aldea japonesa –la aldea anónima y rural por antonomasia-. Del accidente sólo sobrevive un enemigo: un negro. Esta situación que revoluciona la aldea es vista mediante los ojos de un niño, quizá muy parecidos a los ojos de un occidental en esa aldea. Este libro es una novela de guerra, pero no de esos en que hay estrategias, cañones y balas, sino de la verdadera y oculta guerra, esa que se da donde las balas y la información oficial realmente no llegan.
Hace un par de reseñas les dije que del libro “Estupor y Temblores” podíamos aprender algo de Japón. Creo que de “La Presa”, de una manera mucho más implícita, podemos aprender el triple, y no sólo de la tierra del Sol Naciente; aquí hay un tratado sobre la humanidad en muy pocas páginas y se nota que fue escrito por un maestro.
Como alguna vez se dijo en Maravillozoo con el gran Javier Miranda: tres Jumbitos para La Presa y también para Oé. ¡Salud!